
Despertarse todos los días a la misma hora, tener hambre a cierta hora del día e incluso fumar, son hábitos aprendidos a lo largo de nuestra vida.
Y así, como la ciencia explica «somos animales de costumbres», pero ¿qué sucede cuando nos apegamos a un mal hábito que no podemos dejar?
La ciencia nos explicó que en sólo 21 días se puede engañar a nuestras mentes y acostumbrarnos a una cierta rutina o situación.
Pero de acuerdo con una reciente investigación de Jane Wardle, profesora de psicología clínica de la Universidad de Londres, se necesitan 66 días para que nos arraiguemos realmente en una nueva rutina.
Ahora tiene sentido para muchos que la regla de los 21 días no haya funcionado, pero con casi tres meses para aprender nuevos hábitos, hay algunos consejos que facilitarán su adaptación.
Indice de contenidos
1. Ordenar
Desgraciadamente, nadie tiene la capacidad de cambiar hábitos simultáneos.
Por lo tanto, antes de entrar en una lista de «diez cosas que quiero cambiar», se sugiere ordenar cada una de ellas por prioridad y así, evitar el estrés de hacerlo todo de una vez.
2. Encontrar las razones necesarias
A veces deseamos cambiar aspectos de nosotros mismos para el resto o para adaptarnos a una situación, pero para cambiar un hábito se necesita más que eso.
Hágase preguntas como ¿por qué? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Y con qué? Como seres de importancia, si no tienes claro lo que este cambio significa para ti, probablemente te falta voluntad.
3. Crear un espacio
Ya sea para reemplazar un hábito o para empezar uno nuevo, necesitas dedicar tiempo y tu mente lo reconocerá como parte de la rutina
¿Cómo puedes acostumbrarte a ir al gimnasio si no vas?
4. No lo olvides.
A veces, la agitada vida diaria nos hace olvidar las pequeñas metas que tenemos, por lo tanto, trata de escribir una agenda y resalta esa actividad o hábito que quieres empezar a practicar como prioridad.
5. Preparar el terreno
Cuanto más accesibles sean las herramientas necesarias para crear un hábito, más fácil será obtenerlo.
Si lo que quieres es empezar a leer, cómprese un libro y llévelo siempre consigo para leerlo en su tiempo libre.
Si quieres despertarte a primera hora de la mañana y hacer ejercicio, prepara tu ropa deportiva durante la noche para tenerla lista al día siguiente y no te llenes de excusas para no ir.
6. Salga de su zona de confort
Al tener una rutina, tu mente hará todo lo posible y aún más para permanecer en la zona de confort.
Cuando las excusas y la pereza te superen, intenta hacer la acción que quieres sin escuchar esa voz interior, ni siquiera pienses en ello y simplemente hazlo.
7. Evita la postergación
Posponer lo que tenemos que hacer, y más aún si es algo nuevo, hará que comencemos a posponerlo para el día siguiente, la semana que viene y hasta el año que viene.
Así que no te dejes llevar por la voz de la postergación y lo que programaste el lunes, no lo dejes para el martes.
8. Disciplina
Si lo que se quiere es cumplir con los objetivos y cambiar el hábito en 66 días, hay que ser muy disciplinado y tomar en serio este nuevo reto.
Si no te acostumbras a la nueva dinámica que estás emprendiendo, lo más probable es que te rindas antes de llegar al mes.
Disfruta del cambio
Nuestra naturaleza siempre nos hará alejarnos o desvincularnos de esos estímulos que producen estrés.
Si quieres crear un hábito, debes visualizarlo como algo positivo y relajante, para evitar que tu inconsciente rechace esa acción.